Txaro Fontalba Romero (1965) gehórt mit Txomin Badiola (1957), María Luisa Fernández (1955), Pello Irazu (1963) und Juan Luis Moraza (1960) der júngeren Generation von Bildhauerlnnen der sogenannten “Baskischen Schule” an. Wie bei deren Begrúnder Jorge Oteiza (1908), der Vaterfigur der abstrakten spanischen Plastik, zeichnet sich auch Fontalbas OEuvre durch eine serielle Umsetzung von Themen aus.

Die in Marburg ausgestellten Werke entstammen den beiden letzten Serien, in denen die bereits Ende der 80er Jahre begonnene Auseinan-dersetzung mit dem menschlichen Kórper fortgesetzt wird. Die Titel der Werke – manchmal nicht zu úbersetzende Kunstworte – erweitern das beim Betrachten entstehende Assoziationsfeld; so nennt die Kúnstlerin beispielsweise die wáhrend ihres Studiumsaufenthaltes 1991/92 in London entstandene Serie “Respiraderos” (= Lúftungslócher) bzw. “Breathing-holes” (= Atmungslócher). Dem Brustkorb, den Lungen und der Luftróhre, wo die zwischen Innen- und Aufenwelt vermittelnden
Prozesse Atmen und Sprechen stattfinden, giltihr besonderes Interesse, was bereits in den Serien “Las voces humanas” (= Die menschlichen Stimmen) und “Repetición pulmonar” (= Wiederholung der Lungen) von 1989 zum Ausdruck kommt. Wáhrend in diesen frúheren gemalten Arbeiten der gesamte Brustkorb mit zu Quadraten reduzierten Lungen dargestellt wird, handelt es sich bei den “Respiraderos” um dreidimensionale Gebilde, deren Bedeutung zwischen abstrahierten, aus dem Kórper isolierten Organen und Gerátschaften zur kúnstlichen Beatmung angesiedelt ¡st.

Im Mittelpunkt der neuesten, derzeit noch titellosen und nicht abgeschlossenen Skulpturenserie steht ein weiteres menschliches Organdem eine existenzielle Vermittlerrolle zwischem dem Kórperinneren und der AuRenwelt zukommt: die Haut (= la piel), deren unterschiedliche Funktionen und Fáhigkeiten thematisiert werden. “Dilataciones” (= Er- weiterung) zum Beispiel verweist, auch mit seinem beliebig formbaren Material Zement, aufihre Anpassungsfáhigkeit und Dehnbarkeit. Durch die Verwendung von expressiver Farbe und dem Alltag entlehnten Ausgangsstoffen wie Metallfilter, Kunststoff, Gummi und Zement erhalten die meist abstrakten Objekte einen sehr gegenstándlichen Charakter. Im Gegensatz zu Arbeiten der frúhen 80er Jahre, in denen Fontalba wie Oteiza Avantgarderichtungen der Klassischen Moderne aufgreift, sich etwa mit klaren geometrischen Strukturen auf konstruktivistische und suprematistische Werke bezieht, finden sich ¡hre Vorbilder inzwischen nicht mehr ausschlieflich in der baskischen Skulpturentradition, sondern eher auf internationaler Ebene, in Arbeiten von Louise Bourgeois, Isa Genzken oder Eva Hesse.

Birgit Thiemann

Txaro Fontalba Romero (1965) pertenece a la generación más joven de escultores de la llamada «Escuela Vasca» junto con Txomin Badiola (1957), María Luisa Fernández (1955), Pello Irazu (1963) y Juan Luis Moraza (1960). Al igual que su fundador Jorge Oteiza (1908), figura paterna de la escultura abstracta española, la obra de Fontalba también se caracteriza por una realización en serie de los temas.

Las obras expuestas en Marburgo proceden de las dos últimas series, en las que prosigue la exploración del cuerpo humano iniciada a finales de los años ochenta. Los títulos de las obras -a veces palabras artísticas intraducibles- amplían el campo de asociación que surge al contemplarlas; por ejemplo, la artista llama «Respiraderos» (= agujeros de ventilación) o «Breathing-holes» (= agujeros de respiración) a la serie creada durante su estancia de estudios en Londres en 1991/92. Le interesan especialmente el tórax, los pulmones y la tráquea, donde tienen lugar los procesos de la respiración y el habla, que median entre el mundo interior y el exterior, lo que ya quedó plasmado en las series «Las voces humanas» y «Repetición pulmonar», de 1989. Mientras que en estas primeras obras pintadas se representa todo el tórax con los pulmones reducidos a cuadrados, los «Respiraderos» son estructuras tridimensionales cuyo significado se sitúa entre órganos abstraídos aislados del cuerpo y equipos para la respiración artificial.

En el centro de la última serie de esculturas, aún sin título y sin terminar, se encuentra otro órgano humano que desempeña un papel existencial como mediador entre el interior del cuerpo y el mundo exterior: la piel, cuyas diversas funciones y capacidades se tematizan. «Dilataciones», por ejemplo, se refiere a su adaptabilidad y estirabilidad, también con su cemento material arbitrariamente maleable.

Mediante el uso de colores expresivos y materiales tomados de la vida cotidiana, como filtros metálicos, plástico, caucho y cemento, los objetos, en su mayoría abstractos, adquieren un carácter muy representativo. A diferencia de las obras de principios de los ochenta, en las que Fontalba, al igual que Oteiza, retomaba tendencias vanguardistas del modernismo clásico, por ejemplo refiriéndose a obras constructivistas y suprematistas con claras estructuras geométricas, sus modelos ya no se encuentran exclusivamente en la tradición escultórica vasca, sino a nivel internacional, en obras de Louise Bourgeois, Isa Genzken o Eva Hesse.

Birgit Thiemann

Texto del catálogo de la exposición «EⱯSD». Exposición Colectiva Universitáttsmuseum, Marburg (Alemania). 1993