Gracias por esta maravilla de catálogo de la exposición Otras liturgias, que es una delicia que entra todo por los ojos.
En estas páginas mis piezas “Deslenguadas” en primer plano y “Al aire de su vuelo” al fondo dialogando con una Inmaculada del siglo XVIII (Autoría desconocida. Talla. Madera dorada y policromada. Museo de Navarra).
Mi texto en el catálogo

Algo se desprende. Cae. El cuerpo cae de la ropa. Las palabras, los signos caen del cuerpo. Hablar de lo imposible, repetir lo indecible, escribir las huellas, si se puede, es gracias a un desprendimiento, una circulación entre la palabra y el cuerpo, una red que no lo atrapa, sino lo sostiene, lo sujeta, para dejarlo ir, caer.
El cuerpo es mi gran pregunta y con él la dificultad de vivir el enigma de la sexuación. ¿Cómo hacer de los signos de la sexuación humana una fuente de significado inagotable con su infinito propio? La pregunta sobre el cuerpo no es solo por su gravedad, su peso, su caída inevitable, su destino de ser pura ausencia. También hay un saber de lo vivo que sabe del cuerpo, entendido este como un don recibido al nacer, un tesoro a aceptar, disfrutar, honrar y amar. “El cuerpo se obstina en ser” (Zambrano). Ascensión y caída. Gravedad y gracia.
El arte, como el amor, recorre un movimiento de descenso para devenir dramáticamente contingente, incierto e imprescindible, e imbricarse así con el deseo y la vida. El arte es un espacio abierto a lo accidental, que hace del accidente algo necesario. Fija un presente, una presencia, reconoce el magnetismo de lo material, toca el suelo, conquista el aire, frena la caída. Un territorio donde los signos se comparten e intercambian. Sabemos que los signos forman parte de nuestra experiencia de la caída, que no son unidades estables, que no permanecen, ni tienen posiciones fijas. No caemos solos, en la caída “cada cual se sujeta a otro que es uno mismo” (Maurice Blanchot).
El trabajo es recomenzar cada vez, repetir, reconocer un trabajo infinito. Porque es interminable la necesidad de significar, separar, poner la vida a buen recaudo, resistir a la pulsión de muerte. Preguntarse de qué sacrificio la vida se sostiene o por qué en el imaginario occidental la femineidad encuentra tan a menudo un destino sacrificial. ¿Y qué sentido tiene el sacrificio si no se orienta por la hospitalidad?


Texto de la comisaria Susana Blas
La perspectiva feminista está presente en la mirada de Txaro Fontalba, que se sirve de la escultura, el objeto y el dibujo para abordar la subjetividad femenina. El cuerpo puede ser un punto de partida para explorar las nociones de erotismo y misticismo asociado al cuerpo de las mujeres. Su obra cuestiona los estereotipos asociados a lo corporal con el fin de generar piezas inspiradoras, con frecuencia irónicas y abiertas a interpretaciones libres.
Susana Blas Brunel
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Incluye también un texto desbordante de la comisaria Susana Blas @susanablasbrunel, una visión desde lo intuitivo y la experiencia sensorial.
Ricardo Recuero @ricardorff despliega una genealogía alternativa de la espiritualidad, en un texto lleno de referencias sugerentes.
Y el poemario de Itziar Ancín @itziarancin atravesado totalmente por las obras de la exposición.
Gracias a Museo de Navarra @todoelarteescontemporaneo, a Ana García por el proyecto museográfico y Natalia Isla @nisa_naiz por la coordinación