Espuma de poliuretano, dm y somier modificado. 2025


Sobre un somier de palabras, un colchón se pliega sobre sí mismo, generando un ángulo de precario equilibrio que sostiene su propio peso, su propia inercia material. La obra juega con la desactivación de la fragilidad, en tanto que las piezas se presentan estables, aunque de un modo ambiguo.
Los soportes materiales industriales contrastan con las formas orgánicas, dirigiendo la atención hacia las texturas de sus superficies y sus cualidades hápticas.
La cama, como objeto cotidiano cargado de corporalidad e intimidad emocional, parece violentada, rota. Nos habla de la ambigüedad del deseo como territorio en tensión y difícil
equilibrio, y de la borrosidad del consentimiento.
¿Qué tengo miedo de perder negándome a consentir lo que, sin embargo, no deseo?



Habla también tú.
Habla también tú,
Sé el último en hablar,
Di tu decir.
Habla—
Pero no separes el No del Sí.
Y da a tu decir sentido:
Dale sombra.
Dale sombra bastante,
Dale tanta
Cuanta en torno de ti tú sabes extendida entre
Medianoche y mediodía y medianoche.
(Paul Celan)