DESLENGUADAS en «Otras liturgias»

«Deslenguadas» forma parte de la exposición «Otras liturgias» en el Museo de Navarra, en la que 35 artistas contemporáneos dialogamos con bienes procedentes del Museo Etnológico de Navarra, Julio Caro Baroja, los Fondos de Arqueología del Gobierno foral y el Museo de Navarra.

«Deslenguadas» tiene que ver con la dimensión de la palabra. Dar la palabra, otorgar palabra, quitar la palabra, hacerse con la palabra. También con el silencio de las mujeres y la dificultad de hablar.

Cuando en la obra «Madre de la otredad, cómeme» construyo un colchón con una tela impresa con una imagen de carne sobre un somier de palabras, lo que quiero es portar, otorgar la palabra a algo que es pulsional y afectivo, corporal y visceral, algo que tiene que ver con lo que me excede, el excedente y lo que está por fuera de la palabra. El colchón de carne es una invocación a la madre. En «Deslenguadas» pretendo algo en este mismo sentido, pero aquí la palabra, el mantra, la oración, la plegaria nos lleva a otro lugar. Es una invocación dirigida a un otro más abstracto, una pregunta que invoca la presencia de un otro irreductible.

Venimos al mundo en falta, cada uno de nosotros venimos al mundo marcados por una insuficiencia y una lesión fundamental, que nos empuja hacia la llamada de una forma invisible de otredad.

Siempre he dicho que las «lenguas» son cuerpos, tienen la dimensión de un cuerpo, su tamaño es el tamaño de lo que contiene el abrazo. Introduzco la potencia simbólica de la palabra en la dimensión del vínculo afectivo.

El proceso de elaboración fue tortuoso, tanto por el uso de materiales que aunque sean blandos que no son fáciles de manejar con herramientas cortantes. También el empleo de la cera implicaba trabajar con fuego y calor. Combinaba procedimientos que implican cortes en el material, que se pueden asociar con gestos violentos, pero que también había que hacer de modo meticuloso y con precisión.

Su posición de lenguas cortadas y colgadas a modo de punching ball, hace más evidente el sentido de lo sacrificial. Culturalmente, estamos muy marcados por la idea del sacrificio y poco por la cuestión del don, de la donación. El cuerpo es un don de la madre. El cuerpo como algo sagrado, que hay que honrar en el momento del nacimiento, la sexualidad o la muerte.