«… del descubrimiento de los males nace la conciencia del yo». Marcel Sendrail.
¿Es la anorexia una resistencia inscrita en el cuerpo, una expresión muda de los deseos de un cuerpo que no cabe, de un cuerpo demasiado grande que desborda los contenidos del propio género?.
Se ha interpretado la anorexia como resistencia y protesta femeninas, manifestación del deseo del cuerpo de escapar de los roles históricos de fertilidad y nutrición y de los roles familiares actuales.
Sería una protesta y una ilusión de transformación, de metamorfosis, una promesa de un cambio de personalidad, del descubrimiento de un yo vital nuevo mediante la realización y el proyecto del propio cuerpo. Este acto de creación, dar forma a un cuerpo que se ve como informe, no está exento de riesgos. Parecería que la resistencia a unos roles cosidos a la biología encadenara al cuerpo anoréxico a otras semióticas con más fuerza. ¿O más bien la anorexia constituye una traición en cadena: al alimento, al cuerpo, al género acercándose no obstante a la muerte?
Canibalismo onanista.
Publicado en el catálogo de la exposición Anorexia. Horno de la Ciudadela de Pamplona, 1998.