El placer femenino nunca ha sido una prioridad. El placer de las mujeres, en filosofía, apenas ha sido tratado. Este proyecto es un trabajo de simbolización del clítoris, un órgano históricamente invisibilizado, simbólicamente borrado, tachado y en ciertos lugares físicamente mutilado.
El clítoris, ausente de los libros de anatomía, de los cuadros, de las esculturas, ausente de las mentes y de los cuerpos mismos, ha sido durante mucho tiempo el órgano del placer borrado. Expulsado también de los manuales de anatomía y de los discursos psicoanalíticos y filosóficos.
¿Hoy, este olvido del clítoris parece reparado? ¿El clítoris ocupa un lugar de honor? Se le dedican conferencias, libros, manifiestos, obras de arte que conjuran felizmente esta invisibilidad histórica. Se reconoce la autonomía del goce clitoridiano. Se afirma toda una nueva geografía estética y política del placer, más allá de la matriz heterosexual.
¿Por qué el la clítoris?
1. Porque todavía hoy el clítoris es un símbolo mudo. Este órgano de placer nunca ha sido un órgano de pensamiento. La sexualidad sigue subsumida en prácticas sexuales masculinizadas, según los cánones de la vaginalidad (patriarcal) impuesta a las mujeres. Se habla en este sentido de una brecha orgásmica (Paola Damonti).
2. Porque todavía hoy lleva la huella de una herida. Porque las mutilaciones sexuales todavía son moneda corriente. Porque el placer se niega aún a millones de mujeres. Hablamos escandalizadas de la clitoridectomía en otros países sin asociarlas con la que nosotras sufrimos: la clitoridectomía simbólica, que ha desembocado en el indigno alquiler de úteros.
3. Porque es un lugar enigmático de lo femenino, que todavía no ha encontrado su lugar y suscita interrogantes.
No estoy sola, el trabajo y pensamiento de otras mujeres me acompaña: Sor Juana Inés de la Cruz, Emily Dickinson, Carla Lonzi, María-Milagros Rivera Garretas, Gayatri Spivak, Catherine Malabou, Mithu Sanyal.
Este proyecto ha sido seleccionado en el programa de AYUDAS A LAS ARTES PLÁSTICAS Y VISUALES 2022 del Centro Huarte.