



«…la serie de dibujos Bestiario de amor en los que piernas, formas bulbosas, pliegues vaginales y otros bultos indefinidos parecen flotar sobre un fondo de suave tonalidad sin llegar a modelar un cuerpo entero, dibujando, eso sí, en algún caso la redondez de un corazón solitario.
[…]
una suerte de imágenes que bien pudieran ser propiciatorias de ese símbolo de la armonía humana que se ha dado en llamar amor, y que algunos consideran más bien un pesado lastre, como la feminista Anna G. Jónasdóttir, que lo asimila a un concepto explotable por el poder patriarcal: «La mujer necesita amar y ser amada para habilitarse socio-existencialmente, para ser una persona. Pero no tiene un control efectivo sobre cómo o de qué forma puede usar legítimamente su capacidad; carece de autoridad para determinar las condiciones del amor en la sociedad y cómo deben ser sus productos». De lo cual se puede colegir, sin ser un lince, que la concepción del amor predominante en nuestra sociedad, deudora de efluvios románticos todavía no disipados, puede ser una atadura para las mujeres, un regalo envenenado mediante cuya ritualización entrega involuntariamente (el matrimonio es el rito de mayores vuelos vivido de forma harto distinta por hombres y mujeres) todo el poder al varón que lo aprovecha para marcar su ley a sangre y fuego.»
Fragmento de «Trío para un cuerpo (con defecto)» de Juan Vicente Aliaga (1999).
Bestiario
Un bestiario (o bestiarum vocabulum) es un compendio de bestias. Se hicieron muy populares durante la Edad Media en forma de volúmenes ilustrados que describían animales, plantas e incluso rocas. La historia natural y la ilustración de cada una de estas bestias se solía acompañar con una lección moralizante, reflejando la creencia de que el mundo era literalmente la creación de Dios, y que por tanto cada ser vivo tenía su función en él. Por ejemplo, el pelícano, del que se creía que se abría su propio pecho para dar vida a sus polluelos con su propia sangre, era, a través de su sacrificio, una viva representación de Jesucristo. El bestiario, por tanto, es también una referencia al lenguaje simbólico de los animales en la literatura y el arte cristianos de occidente. Referencia: es.wikipedia.org/wiki/Bestiario
