Proyecto en colaboración con TAXIO ARDANAZ en Habitación en el Centro de Arte Contemporáneo Huarte
La incorporación en el centro de un taller y maquinaria de grabado es el punto de partida de esta nueva habitación. No es intención de las maquinistas ponernos al servicio de estas máquinas y a su propio modo de saber hacer. No se trata de la máquina como extensión o prótesis, como mera herramienta que sustituye a otras. Más bien nos interrogamos sobre qué otras concatenaciones y conexiones podemos establecer. Imprimir, estampar, transferir como cualidades de la máquina de grabado, para hacerla estallar y establecer otros ensamblajes. Pensar la máquina respecto a un orden social en donde el dinero, más allá del intercambio, ha colonizado la esfera de la imaginación. Preguntarnos cómo hacer con el dinero y con cuestiones como la falsificación, el fetiche, el ornamento, el delito, el don, la apropiación, el robo, el sacrificio o el valor. El trabajo de las maquinistas quiere ser un modo de intercambio, que nos lleve a otros lugares.